Fernando Tatis Jr. Foto Lidom

SAN PEDRO DE MACORÍS (LIDOM).- De tal manera ama Fernando Tatis a las Estrellas, que pidió a su hijo sacrificarse…sólo que el menor de las tres generaciones de peloteros profesionales, no se inmoló como “El Cordero de Dios”. No tocó la bola con su bate en la forma que le fue ordenado, originalmente.

El “toque” de Fernando Tatis Jr. la noche del jueves en el Estadio Tetelo Vargas fue “tan largo”, que no solo movió a los dos corredores que encontró en circulación (Gustavo Núñez y Junior Lake). También a él desde el plato. Después de fallar dos veces en producir un toque de sacrificio, Tatis Jr. “tocó” la bola con su bate, con la contundencia de un tren en marcha al chocar contra una pared.”

“Sabía que la bola estaba (bien) golpeada”, manifestó Tatis Jr. sobre la clase de contacto que hizo para enviar la pelota contra una de las vallas publicitarias situadas más arriba de la pared del jardín izquierdo, para apuntarse un jonrón de tres carreras que dejó en el terreno de juego a los Tigres del Licey, y le dio a las Estrellas Orientales una victoria 6-3.

En la novena entrada, Tatis Jr. entró a la caja de bateo con la orden de su manager, Fernando Tatis Padre, de tocar la bola suavemente, sacrificando su poder, para hacerse un out, después de un lento rodado así producido, y avanzar los corredores a la tercera y segunda base, respectivamente. El de la tercera generación de peloteros profesionales Tatis falló en sus dos primeros intentos en cumplir la orden de aquel de la segunda generación, su padre.

“Me sentí un poco mal conmigo mismo, al fallar”, reveló Tatis Jr., quien admitió que en sus adentros quería batear largo, antes que le fuera impartida la orden de sacrificarse.

“Pero conozco el juego y sé que eso (tocar) era lo que mandaba (el momento)”, observó. “Después de dos strikes no queríamos sacrificarlo más. No teníamos duda que debía batear largo”, dijo Tatis Padre, quien le cambió la orden de sacrificarse a su hijo. Pero, ¿Y antes del menor de los Tatis entrar al cajón de los bateadores?

“Hubo preguntas, sí”, admitió Tatis Padre, sobre la decisión de sacrificar el turno al bate del líder en jonrones (3) y carreras empujadas (10) del Round Robin. “Pero siempre pensé que esa era la jugada: tocar y sacrificarse, para avanzar los corredores”.

Con dos strikes, después de dos fallidos intentos de tocar para sacrificio, por dos fouls, Tatis Jr. se correría el riesgo de ser ponchado por regla, en caso de conectar un tercer foul al intentar sacrificarse con un toque de bola. Luego de unos cuantos fouls tirándole fuerte a los lanzamientos de Jairo Asencio, lo cual no es penalizado con un ponche, como ocurre de haber sido tocando suavemente la bola, Tatis conectó uno de los jonrones más dramáticos de la temporada, llevó a las Estrellas al triunfo y a un empate con los Toros del Este en la primera posición del Round Robin, a tres partidos para concluir el calendario regular de juegos (18) del mismo, en el cual se disputan los dos cupos de la Serie Final.

“Estaba buscando mi pitcheo. Estaba preparado para mi recta todo el tiempo, fui a buscar mi pitcheo. Para poder conectar algo hacia los “gaps” (canales en los jardines). Pero al final me dejó un cambio (de velocidad) en la zona (de strike), le puse un buen swing y ahí está el resultado”, manifestó Tatis Jr. Un resultado, que combinado con el de la victoria anoche 7-2 de los Toros sobre los Leones del Escogido, le dio a las Estrellas (9-6) un empate con los Toros (9-6) y una ventaja de un juego sobre el Escogido (8-7), en la disputa por los dos primeros puestos del Round Robin y la clasificación para la Serie Final, para la cual ya el Licey  (4-11)está descartado.

Este viernes será día de descanso en la contienda semifinal del torneo de béisbol profesional dominicano, en el cual se volverá a jugar este viernes, con la siguiente cartelera: Estrellas Vs. Escogido, en San Pedro de Macorís; Toros Vs. Licey, en La Capital (Santo Domingo). Así seguirá el drama de una Semifinal, en la cual, el “toque” de Tatis sobre la pelota, al golpearla anoche, será uno de sus sonidos más recordados.