Esta nueva versión modificada, bautizada Galaxy Note FE (del inglés “Fan Edition”) y que sale a la venta mañana en Corea del Sur, se comercializará en el país asiático con un precio de 699.600 wones (unos 535 euros/607 dólares).

En otoño del año pasado Samsung tuvo que suspender la producción y venta del Galaxy Note 7 (en el primer caso de este tipo en la historia de la telefonía móvil) debido a los repetidos casos de combustión del aparato por culpa de su batería fija, según demostró más tarde una investigación.

El fiasco del “tabléfono” estrella de Samsung le supuso a la empresa una pérdida operativa de unos 6,1 billones de wones (unos 4.670 millones de euros/5.300 millones de dólares).

El rediseño del Galaxy Note, del que saldrán a la venta unas 400.000 unidades, trae una batería con una capacidad de 3.200 miliamperios hora, menor que la del modelo original (de 3.400 miliamperios hora).

El intento por lograr una pila que tuviera muy larga duración minimizando al máximo su tamaño fue una de las causas de los incendios del terminal.

El nuevo dispositivo, disponible en cuatro colores (dorado, plateado, azul y negro) incluye novedades de software propias del teléfono S8, como el sistema de asistencia de voz Bixby, y también de hardware (esta versión equipa un escáner del iris) con respecto al modelo original.

Se desconoce de momento cuántas unidades pondrá a la venta en otros países la compañía surcoreana ni en qué fechas.